No sabía que podía salir por allí. Por eso se sorprendió cuando, al empujar la pared, ésta se desplazaba. Era mágico, pensó. Salió y no intentó cerrar. Seguro que algún recluso estaba interesado en fugarse. El panadero saludó al policía de la garita como todos los días.
----------------------
adf.ly Shrink your URLs and get paid! |
No hay comentarios:
Publicar un comentario