lunes, 21 de agosto de 2017

Soledad



No podía soportar el silencio. Nadie la llamaba. La última llamada recibida en su móvil era de un comercial que había intentado venderle un seguro de vida. Abrió una botella de tinto de verano. Bebió directamente de la botella y sintió una repentina alegría. Se acercó al espejo y brindó con la vieja que la estaba mirando.


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