domingo, 21 de enero de 2018

Felicidades por tu tercer hijo

 Le regaló un disco de Mozart con motivo del alumbramiento de su primer hijo. Dos años después, nacía su segundo vástago y recibía un hermoso reloj de cocina. Fue a por el tercer hijo pensando en cuál sería el regalo. Nunca lo supo. Su tercer alumbramiento no se produjo.


 Desde la ventana del ático un anciano la miraba cuando salía de su casa. En una pequeña mesa había un paquete. La tarjeta amarilleante decía: "felicidades por tu tercer hijo". Se la entregaron el día que murió el anciano. También le entregaron el regalo: la pulsera de oro que ella le había regalado cuando quería casarse con un hombre con edad suficiente para ser su padre.


----------------

http://dinero-consupermiso.blgospot.com/ 


sábado, 20 de enero de 2018

Una inglesa en Granada

 Sólo hasta el 18 de febrero podía aprender inglés. Después quería poner sus conocimientos en práctica. Iría a Londres a buscar un mejor sueldo. No cabía en sí cuando se imaginaba con un sueldo mucho más elevado.


 Podría ir de vacaciones, pensaba, y comprar otro coche. También podrían ahorrar parte de su sueldo.


 Un bocinazo la devolvió a la realidad.


 -Excuse me -le gritó al conductor que la adelantaba.

 -¿Gibraltar español! -le chilló el conductor.


 Sonrió. Ya la confundían con una inglesa en Granada.


--------------

http://modadebarrio.blogspot.com/ 



viernes, 19 de enero de 2018

Esposa y amante

Llamaron a la puerta con nudillos presurosos. Adelita abrió tras mirar por la mirilla y ver a los uniformados.


 -¿Vive aquí Hugo Ballesteros?

 -Vivía.

 -¿Cómo dice?

 -Ahora está domiciliado en casa de su amante.

 -¿Sabe la dirección?


 Adelita señaló la puerta del piso del mismo rellano.


 -Por favor, detengas a los dos -les rogó-. Mi ex pareja quiere mucho a su amante. No me gustaría verlo sufrir.


 Cerró la puerta aliviada. Hugo tenía razón cuando la dejó: ella no valía para ser la mujer de un marcotraficante.

jueves, 4 de enero de 2018

El perro de la abuela

Encontró una garrapata en el perro y le dieron asco la garrapata y el perro. Animales asquerosos, pensó. El perro lo miraba como pidiéndole perdón. Nunca ladraba. La abuela lo había acostumbrado a ser un perro silencioso.


 -Te tendrás que lavar solo. Yo no toco animales.


 El perro se dirigió a la ducha del cuarto de baño de la abuela. Allí esperó. Clotilde le abrió el agua y le tiró encima un buen chorro de champú infantil. El perro empezó a enjabonarse con las patas delanteras.


 -Mañana te duchará la abuela. Regresa esta noche de su viaje de novios. Te gustará tu nuevo amo, perro: es cantante.