martes, 19 de enero de 2016

Mujer Precio

Subir de nuevo a la habitación me daba dolor de cabeza. Seguía en la cama, pensando que lo quería. No sabía que lo único que yo quería eran sus millones entrando en mi cuenta corriente. Lo mío era amor a esos números que vuelven loco al cajero automático cuando lee la libreta. Siempre fui una Mujer Precio. Me gustan las joyas, los euros, los dólares, los yenes, las mansiones. 

Entro en la habitación y lo encuentro llorando. ¿Habrá descubierto que no lo quiero a él?...Me ve y me señala el televisor a la vez que me entrega un boleto de la primitiva.

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