miércoles, 30 de diciembre de 2015

Un banco a medio robar

 Pedrito llegó a casa con una media en la cabeza y 85 euros en una mano enguantada. En la otra mano todavía llevaba la pistola de juguete que le había tocado en una tómbola. Doña Lola le quitó la pistola de la mano y agarró el dinero.

 -¿Esto es todo, hijo?
 -No me dieron más dinero.
 -¿Los apuntaste con la pistola?
 -Sí, mamá, y nada. Decçían que la máquina no echaba dinero. Estos euros los cogí en un despacho.
 -Tú no vales para ladrón, hijo.

 Doña Lola guardó el dinero en su cartera. mañana, pensó, iría ella misma. Seguro que les sacaba más pasta. Doña Lola buscó en el cajón de los cubiertos un cuchillo jamonero.

 -¿Qué haces, mamá? -preguntó Pedrito.
 -Busco un arma para robar en ese puñetero banco que tú dejaste a medio robar.

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