jueves, 23 de marzo de 2023

El vendedor de tablets Alan Kay

 Cuando empezó a trabajar como vendedor de tablets decidió reinventarse poniéndose el nombre de Alan Kay, pero no lo contó en su casa. Su madre nunca entendería que su único hijo olvidara su nombre cristiano y eligiera un nombre inglés. Tampoco entendería que tuviera unas tarjetas de visita con foto.
 Alan empezó vendiendo tabletas con una Tablet recién estrenada donde llevaba un archivo Excel para cuantificar sus ventas. Paraba  a todos los hombres vestidos con traje y corbata y les ofrecía el invento inventado por un ingeniero de Estados Unidos con su mismo nombre. 
  -¿Es la más barata? -le preguntó un señor con cara de abogado.
  -Las tenemos blanca, verde, negra, amarilla...
 -¿Tienen alguna Tablet de alquiler?
 -Puede probarla y después pagar.
 El hombre sonrió. Había tenido una idea fantástica: probaría la Tablet, no la pagaría y recuperaría su dinero. Iba a ir a la entrevista de trabajo presumiendo de tableta.


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